
Tratamiento que actúa disminuyendo la contracción de los músculos responsables del bruxismo, disminuyendo el dolor y las incomodidades producidas.
Bruxismo, Sin dolor
El tratamiento con Botox para el bruxismo se ha vuelto una opción eficaz para quienes sufren esta afección, que se manifiesta como el rechinar o apretar involuntariamente los dientes, a menudo durante la noche.
Este procedimiento consiste en inyectar dosis de toxina botulínica en los músculos masticadores, como el masetero y el temporal, lo que reduce su contracción y, por ende, alivia el dolor y la tensión en la mandíbula.
Los pacientes experimentan una disminución significativa de las molestias y una mejora en la calidad de vida, ya que el tratamiento previene el desgaste dental y los trastornos en la articulación temporomandibular.
Además, es un procedimiento ambulatorio que ofrece resultados que pueden durar entre 3 y 6 meses, siempre bajo la supervisión de un profesional capacitado para asegurar la eficacia y minimizar riesgos.
