
La aplicación con ácido hialurónico en borde mandibular, permite marcar el límite del cuello con la cara, es clave en el proceso de masculinización.
Perfil soñado
La aplicación de ácido hialurónico en el reborde mandibular es un tratamiento estético cada vez más popular, especialmente en el contexto de la masculinización facial.
Este procedimiento permite definir y resaltar el contorno de la mandíbula, lo que contribuye a crear un perfil más angular y masculino, mejorando la proporción y simetría del rostro.
La técnica consiste en inyectar ácido hialurónico en áreas estratégicas, logrando resultados inmediatos y naturales, sin necesidad de cirugía invasiva, normalmente se utilizan entre 3 a 5 jeringas.
Además, el ácido hialurónico estimula la producción de colágeno, lo que favorece la firmeza de la piel a lo largo del tiempo.
Con una duración de 12 meses, este tratamiento se presenta como una opción eficaz para quienes buscan realzar su imagen y aumentar su confianza personal.
